El padre Hugo García Salinas desde muy pequeño participaba de las actividades de su comunidad, allá en Teziutlán, ciudad donde nació. Entre muchas experiencias vividas en su adolescencia, él recuerda de manera especial los testimonios de los laicos porque fueron los que sembraron en su corazón la semilla vocacional del sacerdocio.

Hace apenas una semana, su corazón estaba de fiesta al celebrar tres años de su ordenación, que fue el 8 de febrero de 2019. Junto con él, nosotros celebramos el “sí” que le ha dado al llamado que Dios le hizo.

En nuestra Diócesis él es el Vicario de la parroquia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos donde hace una gran labor pastoral entre toda la comunidad tanto de la parroquia como de la que ha hecho entre sus más de 9mil seguidores que atienden su trabajo pastoral en las redes sociales, en donde es palpable la entrega que tiene para su ministerio.

El amor por su familia y aprovechar las ocasiones que tiene para visitarles son de las cosas que le dan fortaleza. Mantener y acrecentar los lazos fraternos entre los presbíteros del decanato y seguir estudiando para continuar siendo buen sacerdote es lo que lo motiva día a día. Conociéndole, pronto leeremos sus escritos. Con esa sonrisa franca que lo caracteriza, sigamos el ejemplo del padre y seamos felices en medio de los acontecimientos.

“los jóvenes y su vida en el hoy” es la plática que el padre Hugo nos brindará está noche. Sin importar nuestra edad, escuchémoslo con un “corazón joven” -de esos que rebozan de ganas de aprender-...